La nosecuanta-ava parte de un indivisible
Queridos todos
Esto vuelve a funcionar de nuevo.
Para retomar donde se dejó el blog por última vez, nada tan refrescante como un poco de debate sobre el futuro logístico del mantenimiento de Los Yustes.
Como bien es sabido por todos, cada año se discute y re-discute el tema durante las tertulias veraniegas (y también durante el resto del año), y nunca se acaba de aclarar. El caso es que Los Yustes, esa unidad indivisible, pertenece a los herederos de Miguel Luque Naranjo, que por ahora son los titos y dos sobrinos que comparten la onceava parte de la herencia que les corresponde. Los titos pagan una cuota mensual que en teoría cubre el gasto del mantenimiento de las partes comunes. Los titos (y los dos sobrinos) son los dueños actuales de la finca. Sin embargo, algunos sobrinos han considerado que la contribución de los titos quizás no fuese suficiente y han decidido poner una contribución mensual cuya cantidad es arbitraria y voluntaria, por lo menos por ahora. Esto hace que haya algunos de los sobrinos que paguen religiosamente todos los meses y otros que nunca lo hagan. ¿Es justo esto? No lo sé. Para mí es simplemente un paso que hay que dar para que de alguna manera se asegure un futuro para Los Yustes, aunque quizás no sea la solución más adecuada. Quizás existan otras fórmulas que garanticen más claramente y de una manera más justa el reparto de la "carga" del mantenimiento de Los Yustes. Una de esas maneras, que se discutió este verano, es la siguiente:
Hay once familias herederas. Cada familia (representada en este momento por cada uno de los titos y por los hijos de Ricardo), creo que está pagando su cuota mensual. La sugerencia es que se incremente esta cuota mensual a, por ejemplo, 50 euros al mes por familia. Esta cantidad sería pagada o bien por el actual heredero/ a, o bien se repartiría entre los miembros componentes de cada familia. A este sistema le veo algunas ventajas: se incrementaría de una forma justa en ingreso mensual que nos permitiría pensar en nuevos proyectos (¿una nueva piscina?); la responsabilidad del pago continúa con cada familia, en lugar de diversificarse en el número tan elevado de sobrinos (lo cual hace más problemático el tema de los morosos); no supondría una carga elevada para nadie (espero), y sentaría las bases para una futura organización de lo que tenemos en Los Yustes.
Y el resto, ¿qué opináis?
Para retomar donde se dejó el blog por última vez, nada tan refrescante como un poco de debate sobre el futuro logístico del mantenimiento de Los Yustes.
Como bien es sabido por todos, cada año se discute y re-discute el tema durante las tertulias veraniegas (y también durante el resto del año), y nunca se acaba de aclarar. El caso es que Los Yustes, esa unidad indivisible, pertenece a los herederos de Miguel Luque Naranjo, que por ahora son los titos y dos sobrinos que comparten la onceava parte de la herencia que les corresponde. Los titos pagan una cuota mensual que en teoría cubre el gasto del mantenimiento de las partes comunes. Los titos (y los dos sobrinos) son los dueños actuales de la finca. Sin embargo, algunos sobrinos han considerado que la contribución de los titos quizás no fuese suficiente y han decidido poner una contribución mensual cuya cantidad es arbitraria y voluntaria, por lo menos por ahora. Esto hace que haya algunos de los sobrinos que paguen religiosamente todos los meses y otros que nunca lo hagan. ¿Es justo esto? No lo sé. Para mí es simplemente un paso que hay que dar para que de alguna manera se asegure un futuro para Los Yustes, aunque quizás no sea la solución más adecuada. Quizás existan otras fórmulas que garanticen más claramente y de una manera más justa el reparto de la "carga" del mantenimiento de Los Yustes. Una de esas maneras, que se discutió este verano, es la siguiente:
Hay once familias herederas. Cada familia (representada en este momento por cada uno de los titos y por los hijos de Ricardo), creo que está pagando su cuota mensual. La sugerencia es que se incremente esta cuota mensual a, por ejemplo, 50 euros al mes por familia. Esta cantidad sería pagada o bien por el actual heredero/ a, o bien se repartiría entre los miembros componentes de cada familia. A este sistema le veo algunas ventajas: se incrementaría de una forma justa en ingreso mensual que nos permitiría pensar en nuevos proyectos (¿una nueva piscina?); la responsabilidad del pago continúa con cada familia, en lugar de diversificarse en el número tan elevado de sobrinos (lo cual hace más problemático el tema de los morosos); no supondría una carga elevada para nadie (espero), y sentaría las bases para una futura organización de lo que tenemos en Los Yustes.
Y el resto, ¿qué opináis?

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